FICHA TÉCNICA: Toros de José Murube. Bien presentados y de excelente juego a excepción de los dos primeros que resultaron flojos y rajados. Al tercero se le dio la vuelta al ruedo. Luis Francisco Esplá, palmas y dos orejas. Manuel Díaz “El Cordobés”, silencio y dos orejas. Pedro Gutiérrez “El Capea”, dos orejas y rabo y dos orejas. ENTRADA: Media plaza.
Lo quisieron sacar a hombros pero prefirió salir con su cuadrilla a pie por el patio de caballos. Así es él. Todo un compendio de una tauromaquia pura y esencial nos dice adiós con la sencillez de los grandes. Al romper el paseíllo recibió diversos obsequios entre los que se encontraba una foto de su padre, Paquito Esplá, toreando en Monovar el año 1946, junto con una lluvia de claveles con los que el público de Monovar, junto a su alcalde, obsequiaba al maestro en su adiós alicantino.
Pedro Gutiérrez ‘El Capea’ fue el triunfador de la tarde. El mejor lote fue a parar a sus manos y los aprovecho con un toreo reposado y templado. Mato acertadamente y recibió las dos orejas y el rabo del excelente tercero que fue premiado con la vuelta al ruedo y las dos del ultimo de la tarde que brindo a Esplá. La tarde de ayer, no era la tarde de Manuel Díaz ‘El Cordobés’, se mostró apático y sin hacer alardes de su particular tauromaquia, fue arrollado por el segundo de su lote al que corto las dos orejas al matarlo de certera estocada. Luis F. Esplá no obtuvo trofeos de su primero al fallar con los aceros, pero se desquito con el segundo de su lote al que toreo de capote por navarras a la salida del único puyazo que tomo, puso cuatro pares de banderillas con acierto y toreo sobre la derecha con temple al de Murube, todo ello con un repertorio torerisimo de adornos marca de la casa. Mato de una estocada recibiendo, realizando una ejecución perfecta de la suerte y el toro rodó a sus pies, mientras que a sus manos iban a parar las dos orejas que el publico solicito y con las que paseo el anillo entre el entusiasmo de una afición que le demostró su cariño en el día en que se despedía de la afición alicantina.
Lo quisieron sacar a hombros pero prefirió salir con su cuadrilla a pie por el patio de caballos. Así es él. Todo un compendio de una tauromaquia pura y esencial nos dice adiós con la sencillez de los grandes. Al romper el paseíllo recibió diversos obsequios entre los que se encontraba una foto de su padre, Paquito Esplá, toreando en Monovar el año 1946, junto con una lluvia de claveles con los que el público de Monovar, junto a su alcalde, obsequiaba al maestro en su adiós alicantino.
Pedro Gutiérrez ‘El Capea’ fue el triunfador de la tarde. El mejor lote fue a parar a sus manos y los aprovecho con un toreo reposado y templado. Mato acertadamente y recibió las dos orejas y el rabo del excelente tercero que fue premiado con la vuelta al ruedo y las dos del ultimo de la tarde que brindo a Esplá. La tarde de ayer, no era la tarde de Manuel Díaz ‘El Cordobés’, se mostró apático y sin hacer alardes de su particular tauromaquia, fue arrollado por el segundo de su lote al que corto las dos orejas al matarlo de certera estocada. Luis F. Esplá no obtuvo trofeos de su primero al fallar con los aceros, pero se desquito con el segundo de su lote al que toreo de capote por navarras a la salida del único puyazo que tomo, puso cuatro pares de banderillas con acierto y toreo sobre la derecha con temple al de Murube, todo ello con un repertorio torerisimo de adornos marca de la casa. Mato de una estocada recibiendo, realizando una ejecución perfecta de la suerte y el toro rodó a sus pies, mientras que a sus manos iban a parar las dos orejas que el publico solicito y con las que paseo el anillo entre el entusiasmo de una afición que le demostró su cariño en el día en que se despedía de la afición alicantina.
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