Articulo del Director
La polémica creada por el Ayuntamiento de Zaragoza (con antecedente en la barcelonesa San Cugat del Valles) sobre la prohibición del espectáculo taurino-musical “El Bombero Torero”, firmada por unanimidad en pleno (PSOE, PP, IU y Partido Aragonés) a propuesta del grupo municipal Chunta Aragonesista, tiene todo el cariz de ser una nueva memez de lo “políticamente correcto”, que de pleno, consciente o inconscientemente ó ambas cosas a la vez, los todo-poderosos-político-sabio-pensadores, en defensa de unos supuestos derechos, que los directamente afectados no les han demandado, y que al contrario les perjudica, y, lo que es mas grave aún, les discrimina; dado que se trata de profesionales artistas toreros-cómicos que han elegido libre y voluntariamente su actividad para ganarse la vida con dignidad y honradez.
Pero, además, y directamente significa un bajonazo, uno mas, de la clase política a la Fiesta, que sospecho sea ese el meollo de esta ley discriminatoria, además de absurda, que directamente ofende y humilla a unas personas.
Sin entrar en cuestiones jurídicas que, en su caso, sentenciarían los tribunales de justicia competentes, esta Ley, en mi opinión y con fundamentos, atenta gravemente al derecho constitucional del libre ejercicio de una actividad profesional legal de unos hombres, pequeños de estatura, sí, pero hombres al fin, tan hombres, y en muchos casos, mucho mas hombres que algunos que se precian de creerse “normalmente capacitados” en función de su estatura.
He entrevistado en alguna ocasión a los componentes de “El Bombero Torero y sus Enanitos Toreros”, y mi trato, en respeto y admiración, hacia ellos fue el mismo que el que he dispensado a los maestros Antoñete, Manzanares o el mismo Ortega Cano; por cierto, máximas figuras del toreo que salieron de “El Bombero Torero”, en su día antesala de las hoy Escuelas Taurinas.
He entrevistado en alguna ocasión a los componentes de “El Bombero Torero y sus Enanitos Toreros”, y mi trato, en respeto y admiración, hacia ellos fue el mismo que el que he dispensado a los maestros Antoñete, Manzanares o el mismo Ortega Cano; por cierto, máximas figuras del toreo que salieron de “El Bombero Torero”, en su día antesala de las hoy Escuelas Taurinas.
Desde niño, he visto y disfrutado en familia de este alegre, divertido, cómico y entrañable, a la vez, espectáculo taurino-musical de “El Bombero Torero”; jamás hubo en mi, ni en el entorno intuí, burla, desconsideración ó la mínima falta de respeto a estos Pequeños Grandes Hombres, que en el ruedo y fuera de el fueron, y, son ejemplo de muchos valores para niños y mayores en familia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario