lunes, 1 de diciembre de 2008

Ortega Cano: "La ausencia de Rocío ha sido mi peor corná"

EuropaSur
El torero recuerda sus vivencias en la despedida del IV Otoño Taurino de Los Barrios, en el que menciona con cariño a las figuras de Miguelín y de Gavira.

El torero Ortega Cano no pudo evitar referirse a su esposa, la recordada cantante Rocío Jurado, durante el acto de clausura del IV Otoño Taurino barreño, al referirse a su pérdida como "la peor cornada que he sufrido en mi vida", aunque a su vez reconoció que su mejor faena "es haber sido capaz de superar el trance y de volver a los ruedos.

El torero, que estuvo acompañado en la mesa por el crítico taurino de Europa Sur José Manuel Laza y por una amplia concurrencia de cien aficionados, confesó que la pérdida de Rocío le sumió en una enorme sensación de soledad, aunque ahora con diez corridas contratadas para la próxima temporada en plazas "muy especiales", el matador vuelve a sentirse muy feliz.

En la mesa del salón de actos se encontraba un hombre que no pudo por menos que reconocer que su vida no ha sido fácil precisamente hasta que le llegó el triunfo y por ello recordó su trayectoria profesional que en un principio fue tan difícil como que le obligó a vender uvas en la Puerta del Sol para poder llevar adelante a su familia. Pero la afición al mundo de los toros pudo con todo y luego llegarían las tardes de grandes triunfos en las mejores plazas, como las de Madrid o Sevilla o en esos mano a mano históricos con César Rincón y Julio Robles.

Pero no todos fueron triunfos. Ortega Cano reconoció que su carrera ha estado salpicada de altibajos, tanto que en más de una ocasión se sintió muy cerca de arrojar la toalla y abandonar. Pero fue su madre la que le salvó en aquellas ocasiones, "me decía que por ella que muy bien, que así estaría más tranquila, pero que lo sentía por el mundo de los toros porque perdían un gran torero". Estas palabras de aliento insuflaron seguridad y ganas de seguir en un mundo complicado a veces, "aunque siempre prevalecen los mejores recuerdos, son los que de alguna forma los que quedan y los que te hacen regresar. Por eso insisto en que me siento especialmente bien y deseoso de volver a enfrentarme a un toro con los aficionados en las plazas".

En otro momento de su intervención el matador advirtió que de que era necesario defenderse de los ataques que estaba sufriendo la fiesta nacional por parte de los políticos antitaurinos de Cataluña y abogó para que el Ministerio de Cultura contemplara la posibilidad de contemplar a la tauromaquia como parte de ella creando una especie de fundación. "Los toreros tienen que estar porque son artistas y han tenido una gran relación con la intelectualidad".

El coloquio con los presentes puso punto y final a unas jornadas que han contado con un público fiel y unos invitados que no fallaron en ningún momento.

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